Una noche de luna llena los jóvenes estaban en el monte del Puig observando la ermita y los alrededores. Uno de ellos se alejó porque oyó un ruido; su amigo, al ver que habían pasado diez minutos se preocupó y salió a buscarle llamándole a gritos. Al cruzar un pequeño camino encontró el cuerpo sin vida de su amigo y cuando se volvió para regresar al coche y buscar ayuda sintió un fuerte golpe en la cabeza que le dejó sin sentido” – dijo la forense al observar los dos cuerpos sin vida que ahora, tapados cada uno con una sábana ocultaban sus rostros de terror, yacían en el frío suelo de la montaña; uno de los jóvenes había recibido un fuerte golpe en la nuca, quedando inconsciente y facilitándole el trabajo al asesino, esto demostraba que el asesino estaba en minoría de posibilidades de haber podido con él en un combate cuerpo a cuerpo. ; la joven había sido brutalmente apuñalada y junto a aquellos cuerpos una prueba que daba pocas pistas: una carta del tarot, la de la ruleta de la suerte; esta carta daba muy pocas pistas pues no sabía lo que podía significar. La forense concluyó su explicación frente a los policías, los cuales se quedaron perplejos por su fabulosa explicación, aquellos policías nunca habían presenciado tal asesinato en sus vidas, pues procedían de la comisaría del pueblo, la cual carecía de grandes avances, los mayores conflictos que habían llegado a presenciar era que algún vecino robase una gallina a otro y no más; aquel era un pueblo pequeño y todo el mundo se conocía, por eso, este caso había causado tal expectación entre todos, nunca habrían pensado que alguien del pueblo hubiese podido hacer algo así, pues lo de los jóvenes fallecidos eran muy queridos por todo el mundo.Al final del día los policías empezaron a encaminarse hacia sus casas, pensando en quién podría haber hecho eso; solo una persona se quedó en la comisaría; la forense seguía examinando a sus “pacientes”, intentando concretar el por qué de este asesinato tan cruel; había sido rápido pero muy doloroso, a veces pensaba por qué la gente tenía esas cosas, pero esa pregunta se quedaría sin responder....De repente se apagaron las luces y una mano la cogió por el cuello y notó el frío tacto de un cuchillo en la garganta, luego solo vio oscuridad. Poco a poco ella abrió los ojos asustada de lo que hubiese pasado; estaba tendida en el suelo y en la mano tenía un sobre rojo con su nombre. Cogió el sobre con las manos temblorosas, lo abrió y leyó lo que ponía: “Deja de investigar o morirás, firmado: tu asesino”. Ella quedó petrificada y se sentó en la silla a esperar,...
Al día siguiente todo sucedió muy deprisa, los policías llegaron y se encontraron a aquella mujer sentada, con aquella carta entre las mano, todos le preguntaron pero ella no dijo nada; cuando se acercaba el mediodía todo el pueblo se sobresaltó, había ocurrido algo increíble: un vecino del pueblo se había presentado como el asesino; era Alfonso, un viejo del pueblo, al que todo el mundo conocía por su gran simpatía hacia los demás. Dicen que llegó a la comisaría y lo contó todo. Esta noticia abatió a todo el mundo del pueblo, asombrados por esta noticia, nadie se la podía creer sobretodo Alicia. Ella estaba segura de que no podía ser, ese hombre era demasiado débil para haber hecho todo eso, pero no dijo nada, sin pruebas no podía decir nada. El día pasó y se llevaron a Alfonso a la ciudad ara juzgarlo.
Alicia llegó a casa cansada de aquel duro y difícil día, estaba un poco alegre pero toda aquella alegría se desvaneció cuando encontró aquel sobre rojo sobre la cama; se acercó temblorosa y lo cogió entre sus manos, esta vez el sobre estaba vacío, en ese instante la luz se apagó y una de las ventanas de la casa se rompió. Ella se quedó de pie como una estatua de piedra, la luz volvió a encenderse, lo único que encontró fue una rosa negra, entonces....
Me desperté sobresaltada, estaba en la cama empapada por el sudor, ¿todo había sido una pesadilla?, alargué mi mano para coger el reloj y observar que hora era, pero al alargar la mano ésta rozó algo suave, lo cogí y quedé estupefacta... era una rosa negra...




