En un pequeño riachuelo vivía una bandada de patos. Todos eran unos patitos guapos y blancos menos uno que era negro y feo. Los demás patos no le hacían caso y se burlaban de él dejándolo de lado. Un día el patito feo se escapó hacia otra parte del río donde creció y se convirtió en un hermoso cisne. Al volver a su parte del río todos los patos lo aceptaron y no se burlaron más de él.
Moraleja:
Como en la vida real, las personas tendemos a dejar de lado por temos e inseguridad aquello que no nos es familiar o nos parece extraño y diferente a lo que aparentemente para nosotros es normal. La mayoría de la gente no acepta al diferente pero todo el mundo puede cambiar y llegar a superar lo que era antes, aunque haya tantos prejuicios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario